Hay una frase de 'El secreto de sus ojos' la cual me gusta mucho, dice: "Y ya no sé si es un recuerdo, o el recuerdo de un recuerdo lo que me va quedando, ¿se da cuenta?" leerla me produce un vacío que no podría expresar. Uno ama sus recuerdos, lo ayudan a vivir, a reconstruir... Pero el tiempo logra disminuir la 'nitidez' de esos recuerdos, y de pronto ya no es un recuerdo, sino el recuerdo de un recuerdo y nada más, solo eso, y deseamos con fervor que ese recuerdo de un recuerdo no se termine de borrar, que no sea tan incierto, que podamos seguir teniendolo en nuestra mente tan latente como lo vivimos. Por eso no me entiendo, bueno, eso no es novedad ¿no? Pero, a lo que voy es que yo particularmente sufro mucho por tener tan presente esos recuerdos de un pasado lejano mejor, donde era feliz. Esos recuerdos a diario me lastiman y quisiera eliminarlos de mi mente, pero cuando uno se enfoca en recordar algo y no lo recuerda tal como era, y se da cuenta, también sufre, también se ofusca, porque no quiere olvidar, uno no está preparado para olvidar todo lo que nos hizo tan feliz, por más que a veces lo sienta necesario. La tristeza que trae los recuerdos nos demuestra que seguimos vivos y sintiendo, si así no fuera... Que terrible sería. Por eso, aunque duela, me alegra saber que mis memorias echaron raíces en mi cabeza y que por lo visto no tienen planeado marcharse.
"Todavía no aprendiste nada de mí" me dijo, se me pasaron mil cosas por la cabeza que no diré, no voy a hablar de eso. Solo sé que dolió, mucho. Qué no aprendí de vos?? Cómo? Qué sabes? Nada. Aprendí mucho y tanto como nunca quizás logres imaginar. Aprendí mucho, sé mucho, sé que cuando callas y me miras, y te pregunto ¿qué pensas? y me respondes 'nada' en realidad significa 'todo', sé que me queres (sé que piensas que yo creo que no me queres) no es así. Simplemente lo hago para que intentes demostrarme lo contrario. Para que estés pendiente de hacerme ver lo mucho que me queres, sé que odia pelear, discutir, sé que odias mucho de mí y sin embargo te gusto igual, sé que callas más de lo que hablas, y sé que tu mirada dice mucho más que tu boca, puedo descifrar como te sentís con tan solo escuchar la intensidad con la que largas un suspiro, o con la fuerza que le ejerces al abrazo que me das cuando me ves. Por eso, no digas que no aprendí nada de vos, aprendí mucho de vos.
