La imitación es el peor suicidio

Y es que a veces nos transformamos en bestias que provocan miedo, que todos quieren lejos, cuando en realidad, estas bestias solo imploran atención, afecto, amor, un abrazo, un beso, cariño. Estas, son las bestias más peligrosas, porque no hacen daño a nadie, pero sí mucho a si mismos.

Ser la dueña para siempre de tú perfección

Cada tanto se le rompe el corazón por amores y dolores pasados, cosas que deja atrás para no perturbarse, pero las muy pillas siempre saben como volver, encuentran el camino fácilmente, ese camino que me lleva a recordar, a entristecerme pero por sobre todas las cosas: a extrañar. Y entonces aparecen nuevamente las lágrimas, el cerrar los ojos e imaginar situaciones pasadas de momentos mejores. El querer volver se hace carne en mí, volver. Volver atrás, un, dos, tres, cuatro, quien sabe cuantos años atrás, mi cabeza negada siempre, siempre tiene esa idea de que antes todo era mejor, y sí, lo era sin dudas. Pero... Quién sabe, quizás lo mejor aún está por venir.

Yo podría haberlo hecho mejor, vos podrías acercarte a mí, yo intuía que esto mi amor, se rompía y esto es siempre así... La verdad es que todo fue, tan extraño, tan extraño al fin. Vos buscando el polvo de Dios, yo bebía para irme de aquí. 

Cada vez que pienso en vos... Fue amor.