La desdicha que provoca despertar y no encontrarte a mi lado se renueva cada día, es casi interminable, como el aire, como el fondo del mar. Tan fuerte como la luz del sol o una roca. Pues no he aprendido a vivir sin tu risa, y es por eso que me convertí en una persona triste. Sin gracia. Pude comprender que la felicidad lo hes todo, tanto física como emocionalmente. Puedes notar en mi rostro ojeras, lineas de expresión, y no sé si los demás notarán que ya no quiero mi sonrisa porque no me identifica.La tristeza envejece y daña mucho más que la radiación. Tu ausencia me acompaña, desde que despierto, hasta que logro conciliar el sueño. Vuelve, porque no sé que va a ser de mi futuro, sin ti.
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