De cero

Por lo general es muy costoso lograr desprenderse de todo aquello a lo que estamos acostumbrados, a esas cosas que además de costumbre son las cosas que amamos hacer. Uno muchas veces está cansado, y quiere intentar mirar hacía arriba, seguir adelante y dejar atrás esas cosas, dejarlas ir, pero pocos lo logran, la mayoría continúa su vida sabiendo que en algún momento van a tener que hacerlo, como una cita que posponen para otra ocasión. Pero por el momento, siguen con la cabeza gacha. Caminar con la cabeza gacha puede ayudar a evitar ver muchas cosas que estamos haciendo mal, también nos ayuda a evitar ver todo lo que podríamos ser, tener, vivir y no hacemos por eso, estar atado a nuestro pasado, que se creó para una instancia de nuestra vida que siempre queremos alargar sin darnos cuenta que hay que desprenderse y tomar nuevas metas, nuevos caminos, otro rubro.  Con confianza renovada ¿Qué mejor? Eso, no tiene precio. Empezar de cero, poder revertir tantas cosas, tener la oportunidad de que una persona te vea como realmente sos y no como sus miedos, momentos vividos, errores pasados hicieron que te vea. Aferrarse no está bien. Cuando algo está percudido, arruinado, agotado, es hora de irse, para no perjudicarlo más, para darle su oportunidad levantar la cabeza y empezar de cero, en otro lugar, con confianza renovada.