Una amistad consolidada

La vida siempre se encarga de mostrarnos de alguna forma u otra quienes son las personas que deben permanecer a tu lado. No digo que te demuestra quienes valen la pena, porque para mí todas las personas valen la pena, pero no todas para la vida de uno. La vida se encarga de todo, de apartarnos de lo que no nos lleva a ninguna parte y aferrarnos a lo que realmente, nos hará llegar lejos en la vida. Hace cinco años conocí a una persona que aún sigue estando acá, conmigo, siempre. A pesar de...... A pesar de todo. De mí no pretende nada, una persona que me ama sin interés alguno. De mí solo espera que este siempre, así como yo espero lo mismo de él. Pero nada más. No nos exigimos, ni nos reprimimos. Nos dejamos ser felices a nuestra manera. Este hermoso ser humano que el destino puso en camino, me enseñó lo que realmente es una amistad. Me enseñó que las personas que te aman te van a bancar tal cual sos, no van a pretender que cambies, ni te van a reprimir, ni te van abandonar por no soportar alguna de tus actitudes. Él estuvo conmigo cuando fui la persona más feliz, también cuando estaba triste. Estuvo cuando todo alrededor me lastimaba, estuvo cuando me equivoqué, supo entender mis errores. Un abrazo de ese amigo, me da fuerzas para seguir por mucho tiempo más, me da aliento, no me deja bajar los brazos, nunca. Infinitamente agradecida estoy a Jesús por haberme dado tremendo amigo, un amigo de verdad, el único real, lo más real que tengo a mi lado. No lo cambio por nada, ni nadie, no sé que sería yo, sin él. Pongo las manos en el fuego por este pibe, y soy capaz de matar a la persona que lo lastime. Haría cualquier cosa por verlo feliz, no me importa que. El se lo merece todo, porque el me dio sentido, porque el me demostró que el si es un amigo, y que no le importa que digan de mí, el solo quiere estar a mi lado, porque le hago bien.