Soñaba con dejar de soñarte

Teníamos la certeza de que nuestro amor sería eterno, como esos cariños que protagonizan las leyendas. Acunado entre mis brazos, en cada despertar me recordabas lo feliz que eras a mi lado. ¿PUDO TANTO AMOR HABER SIDO UN ESPEJISMO? O quizás fui yo quien negó la realidad que seguramente se podría vislumbrar en tu mirada. Sabe mi almohada que lo he intentado pero no logro descifrar las razones de tu adiós. Sin embargo, con la complicidad del tiempo, el despecho se ha ido desvaneciendo. Mientras soñaba con dejar de soñarte, casi sin darme cuenta, mis heridas fueron sanando. Así, pude reunir la fuerza que necesito para llegar entero al final de cada día. No encontré un lugar en el que esconderme de tu recuerdo, pero me ido recuperando de la tristeza de amanecer sin tu abrazo.