A veces uno adecua a una persona, quiere adaptarla a sus gustos o circunstancias. Tiempo después se da cuenta que extrañan la persona que solía ser y piensan cosas como "¿Qué le paso? El no era así" o, "me gustaría que vuelva a ser como antes" olvidando que fuimos nosotros mismo los egoístas que transformamos a esa persona para que se adecue al momento que estabamos viviendo y no al que ibamos a vivir tiempo después. El daño es irreversible, los cambios, los nuevos miedos sembrados, las heridas que provocamos en esa persona por nuestras actitudes los transforma y nunca vuelven a ser los mismos. Hay que querer a las personas como son, me di cuenta que no sirve de nada intentar transformar a alguien porque cuando por fin lo logramos comenzamos a necesitar a esa persona tal como la conocimos y no como nos gustaría que sean.
MicaelaLuisina
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