Me prometí que bajo cualquier circunstancia nunca iba a dejar de ser yo, no importa cual sea la situación, no importa que este en aprietos y quizás sería mejor que cambie para caerle bien a esa tipo de gente. ¡No! Yo nunca voy a dejar de ser yo. Ser yo no es fácil, nunca lo fue. Mientras unos pasan cómodos un día en su casa, yo enfrento más de dos problemas al día. Y lo peor es los afronto de la mejor manera, tengo miles de defectos, miles, millones. Pero lo que más me gusta de mí es mi forma de afrontar y de tomar las cosas. Que no se compara, no se compara ni un poco con la forma de reaccionar de ciertas inertes, personas que ocupan su vida en mí. Aveces me pregunto ¿En qué me convertí? Si fuese famosa sería de esas que odian la prensa y los paparazzis, pero es inevitable, vallas donde vallas. Estes donde estes, hagas lo que hagas, siempre estan ahí, pendientes de lo que haces, y lo que ven lo exageran un poco más, y lo que no ven lo inventan. Me convertí en alguien que no vale nada para algunos, pero que evidentemente vale muchísimo para otros, por que no importa donde escriba esto, si en mi fotolog, en mi facebook, en formspring, o donde puta sea. Lo van a leer, se van a perseguir, lo van a difundir como exactamente todo lo que me pasa. Y me molesta, pero me da orgullo saber que mi existencia no pasa desapercibida para muchos . Siempre soy de lo que la mayoría de las nenitas sin vida propia hablan. ¡Que loco todo! ¡Que loco!
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